A una niña que se descubrió
¿Hace, ya, dos años?
Los viejos versos que te escribí,
aquellas semillas que sembré
en tu alma, llena de daños,
¿cuándo fue, te acuerdas?
Hechas un jardín que canta
ese canto mío al viento,
que tañe las cuerdas de tu sentimiento,
ahora, ya ves, son flores,
que se abrieron entre piedras y dolores…
Hoy te miras al espejo,
y te alegra la mujer que ves;
esa de quien me alejo,
por quererte a ti.
Dime, sin pensar en mí:
Antes del invierno y sus rigores,
¿a quién tú vas a echar tus flores?