Han puesto lo que agoniza delante de los reflectores
han puesto al mundo.
Encendí el televisor,
es decir abrí los ojos para embutirlos de horror
deje de ser espectador para ser testigo,
paisajes de muertos y casas arrasadas
entre juguetes y tumbas se abre paso mi mirada
hay un cuerpo sin descifrar
un estallido de odio lo ha mutilado
donde cuelga una jaula vacía,
los pájaros también han muerto,
hay otros cuerpos enredados a los escombros
indescifrables,
desfigurados,
inertes,
existo con el mundo mirando sus representaciones de dolor
como un álbum de fotografías para la crueldad.
He contemplado la irremediable sentencia de mi muerte
he vivido el inevitable absurdo del sufrimiento
tengo miedo como los niños en la noche
pero yo le temo a la oscuridad de los hombres.