Jesus Cuero

UNA ROSA, UNA HERIDA

Atravesando el cielo está, la rosa

celestial, que marchita  espera, 

al principito, que no regresa 

de su viaje a través del universo.

 

Ella siente el tiempo que se revienta

al igual que rocas, que chocan en la 

inmensidad del sueño eterno, al igual 

que la furia entre David y Goliad.

 

Se fue a explorar el mundo.

A encontrar sus sueños, sus virtudes,

a encantarse y saciar toda su cordura,

a exprimir toda la ira que llevaba guardada.

 

Se apasiona, mientras sus raíces se mueven,

mientras su planeta viaja tras el rastro del principito,

al que no quiere dejar escapar.

-El la ama y ella lo ama.-

Ella Ama sus manos lastimadas,

Y el ama su tallo sin espinas.