Te me escapas de las manos
como de la fuente el agua,
como el fuego de la fragua
como del sol los humanos,
y no dejaré que escapes
porque te quiero conmigo,
porque quiero darte abrigo
porque quiero que me abraces,
disfrutemos del sudor
que genera cuerpo a cuerpo
como producto de amor,
yo sé que estoy en lo cierto,
lo percibo en tu clamor
y no es un futuro incierto.
Ramón Oviedo
Derechos Reservados