Y aunque fuiste desde el primer día mi amor imposible,
decidí jugarme por lo que sentía, decidí apostar a
este amor que cada vez crecía más en mi ser;
y aunque nunca dijiste que me amabas,
confundí tus palabras, mensajes, llamadas, besos,
Abrazos, caricias, mimos e intimidad con amor,
estaba ciega debido a lo que sentía y no me daba cuenta
que no era amor lo que sentías por mí,
aunque me demostrabas lo poco que te importaba;
recuerdo como debía pedirte, casi suplicarte para poder verte,
para que me concedas unos minutos de tu tiempo,
y así fue aprendiendo a llevar esta relación sin nombre,
sin títulos, ni siquiera pudiste aceptar lo que fuimos.
me viste llorar muchas veces, pero comprendo que no podías
evitarlo, pues no se puede obligar a nadie a que te quiera.
Entonces, un día, después de sesiones con el psicólogo, de
libros de autoayuda, de escuchar a los que te quieren y te aprecian,
un día decides enfrentar la situación y te planteas
¿ quiero estar con una persona que no me quiere?,
y te das cuenta que lo mas sano es aprender a perder,
reconocerse perdedor, aunque duela y mucho, pero
es menos doloroso perder una relación
que perder una vida en una relación,
insistiendo en algo que ya no existe;
reconozco que todo ha sido culpa mia,
siempre me acusaste que yo hacía todo, y tal vez sea cierto,
aunque éramos dos, puedo hacerme cargo de toda la culpa,
he sido yo quien ha cometido todos los errores,
Y el primer error fue rogar que me quieras,
porque cuando uno pide ser amada le otorga al otro una posición de poder,
y uno cae sin darse cuenta en una relación desigual donde
me he sentido humillada y tu en el podio de los victoriosos,
solo supe hacerte sentir amado, príncipe y un ser deseado,
mi dignidad se fue por el piso, solo siento que he rogado todo el tiempo.
y cuando uno mendiga amor puede perderse a si mismo y
nuestra autoestima queda seriamente fragmentada.
No es fácil admitir que la otra persona se halla a mil años luz
Y que nosotros somos ya un satélite que gira inútilmente a su alrededor.
Uno hace uso de la negación como mecanismo de defensa para amarrarnos
a la esperanza, a una ilusión con la cual seguir viviendo,
Y seguí alimentando un amor irreal del que no podía desprenderme.
Y no lograba comprender ni aceptar que no por esforzarme,
por humillarme o dejarlo todo para demostrar la pasión por la otra persona
lograría que él me quiera,
la falsa esperanza es el veneno de quienes se niegan a ver la realidad.
No es fácil aceptar el desamor,
pero cuando la otra persona ha dejado muy claro que no siente nada,
es vital que lo aceptemos.
Y llega el momento entonces en que comienzas a pensar en ti, y
sabes que el que mendiga amor cuando las cosas están claras, se traiciona a si mismo.
Es esencial sanar el vacío, el rechazo, la ausencia.
El dolor de ahora son fragmentos de nosotros mismos que recogeremos para reconstruirnos de nuevo.
Es una tarea que requiere tiempo, esfuerzos y muchas atenciones, pero el tiempo hará que duela menos.
Y de repente…el corazón reacciona y te dice hasta donde debes llegar,
Y si uno se levanta cada día con mas nubes que ilusiones,
Y si las ganas de llorar y la frustración son los renglones
donde se escriben todos los momentos, o la mayor parte de ellos,
llega el momento en que debes reaccionar:
es hora de deponer las armas,
no volver a sacar de la manga una nueva carta,
¿ Para que?, ya no podrás amarme,
Tuve mucho tiempo y no pude lograrlo,
No pudiste quererme como necesitaba,
y aunque no quiera, llega el momento de cerrar,
cierro un capítulo hermoso de mi vida vivido junto a vos,
no importa que doliera, no importa que no me dieras lo que esperaba,
no importa las lágrimas, todo lo vivido junto a vos fue un aprendizaje hermoso,
Siempre te voy a guardar en mi corazón.
Me toca retirarme amándote, pero tranquila y en paz,
pues intenté todo lo que estuvo a mi alcance, y también
Intenté hasta lo que no podía, siempre podía para vos.
¡ Adiós amor!,
¡ Que te vaya bonito, que te cuiden, que te quieran y que seas muy feliz!,
Y comprende que LO MEJOR ESTA POR VENIR para los dos.