Ayer caí en depresión
en una excitación profunda
me llegó la desesperación
por una idea fecunda.
Quién me podrá escuchar
mis dolores acaecidos
miren que vine a rodar
al fondo de mis motivos.
La solución no encontraba
mi pensamiento era nulo
la razón no me mostraba
un sortilegio chulo.
Así me pase pensando
y con cada pensamiento
me estaba fatigando
de veras que no les miento.
Logró pasar un paisano
con un tiento muy seguro
diciéndome, agarrate de las manos
que te sacaré del apuro.