He luchado por Podemos,
porque asi lo queria mi niña.
Ahora le llevare el escrito y le daré la noticia,
se lo dejare puesto en la hierba,
o colgando junto al arroyo, junto a la poza grande.
Y la veré andando, revoloteando entre las flores
y allí, sentada en una piedra,
me recitara lo que ha escrito,
con su dulce voz y su májica entonación
y como hacia antes, me dira, te gusta papa...
Me preguntara por las niñas
y le contare la vida,
le diré como están y que la echan mucho de menos,
que nos hace mucha falta.
Me sonreirá...
y me dirá que esta siempre con nosotros,
en nuestras mentes en nuestros sueños,
en nuestros ratos buenos y malos,
que guarda de nosotros recuerdos,
de bellos momentos compartidos.
Dile a mis hijas que no lloren
que yo estoy allí entre sus brazos, colmando
de besos sus almas tristes!
Diles, que cuando llega la tarde
y las sombras se acurrucan en sus mentes,
trayendo con ella mi ausencia,
yo llego a ellas, depositando un beso en sus frentes
un visible y tierno beso cuajado
del rocío de mi esencia.
P.M Pedro Monroy Gemio