Pensamos haber salvado
tu derrame cerebral,
ilusos, haber soñado
habías recuperado
tu alegría natural.
No obstante tu valentía
tu corazón se paró,
la muerte te seducía
nuestro dolor embestía
más al cielo te llevó.
Nos dejas dolor profundo
más a mi hermano del alma,
tu compañero en el mundo
a tus hijos que redundo,
les han robado la calma.
Descansa en paz hermanita
nos dejas muy consternados,
y aún sin que nadie admita,
es la vida que limita
nuestros destinos sellados.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MÉXICO, Agosto 10/16