El silencio de su voz castiza
me viene obscuro al espíritu;
es invierno enfebrecido
que me azota con su lluvia de acero.
La ausencia de sus palabras
me consume en una fría tristeza
que hiela el alma
y me forma una sombra entumecida
Solamente me traen el desazón
una infame nota, un mensaje vacío.
¡Oh, soledad incólume, cómo se puede sufrir por amor!