Hoy, el cielo solloza
lagrimea por su melancolía,
por no tener su aura encantadora
que apasiona amar a la vida.
Enamorarse del cielo y celajes,
como se venera el sol y a su poder
Amar los vivientes del planeta,
como a los valles, al clamor, al ser.
¡..Vida, fuerza, lozanía .. frescura,
ánimo, vigor y bautizo de fuego!
¡Ciclón uracanádo, ventisca, besos!
Embelésos y noches de anhelos.
Autora
María Luisa López Pisú