¡Oh Cuba, tierra heroica, tierra brava:
nunca un tirano dio tan cruel mordisco,
al extremo de hundir humilde barca
sin piedad ni siquiera de los niños!
La historia merma cual marea baja
y se ven en el fondo los caninos
del que ofreciera un día la esperanza
de justicia, de paz y de sonrisos.
La historia absuelve y el reloj del tiempo
ha dado la razón al disidente,
que lucha afuera…y lucha muy adentro.
¡La historia traba al sabueso fuerte,
y el remolque de la muerte y del aquejo
entre sombras y cárcavas se pierde!
En la madrugada del 13 de julio de 1994, cuatro barcos equipados con mangueras de agua a presión embistieron un viejo remolcador de huía de Cuba con 72 personas a bordo, a 7 millas de la bahía de la Habana. El remolcador 13 de marzo se hundió dejando un saldo de 41 muertos, entre ellos 10 niños.