Cecilio Navarro

La falsa fatalista.

Abarco el universo en mi entelequia

en noches de silentes sobresaltos.

Son puertas del misterio;

son falsas fatalistas de la vida

silencio que acompaña a la tormenta.

Tormenta de silencio. 

 

El polvo de las rocas se estremece

y mira desde lejos la ironía,

reprueba aquellos rostros

marcados, de apariencia desmedida,

cual títeres que arrancan la sonrisa...

o el  ritmo del sollozo. 

 

El caos nos convierte en sus cenizas

con ecos que transmiten amargura,

posada en la balanza.

Erebo resurgiendo de las sombras

absorbe de la aurora el misticismo,

rompiendo confianzas. 

 

La lluvia me despierta del letargo

con términos caóticos de jerga,

en calle de los sueños atomistas

vacía y subyacente de descargos.

 

La furia contra todo.

 

Los chismes calumniosos acorralan

cual lenguas de unas llamas miserables.

La sombra de los focos;

reloj de patetismo lagrimoso

que absorbe la materia tenebrosa

con luces que devoran… insaciables.  

 

Cecilio Navarro,  12/08/2016