Muy orgulloso se siente Perseus
jugando con las estrellas
que lucen en el alto cielo.
Ellas muy amigas del héroe mitológico
que nos libró de la malvada Medusa
presumen de que su galaxia
lleve su nombre y gracia.
Una estrella fulgurosa
envejecida por los años
de sus entrañas mana
un manantial de lucido flujo
que por el cielo vaga
como serpentina bordada
con diminutas motas
que a gran velocidad
por el éter se derraman.
San Lorenzo las acoge
en las noches de verano
Y en agosto nos las muestra
Lleno de amoroso gozo.
Perseus héroe mitológico
hace un trato con el lúcido santo:
Yo les pongo nombre y encanto,
tu santo veraniego despejas el azul cielo
de nubarrones que entorpezcan
el paseo de mis amigas por el firmamento.
Que sean los hombres quienes se ocupen
de aplicarles cuál es su credo,
Si lágrimas de San Lorenzo
O estrellas de Perseus
Tanto le da al hombre
cuáles son sus procedencias
ellos disfrutan del delicado fulgor
que dejan tras su rápida estela.
A las fugaces estrellas les piden en secreto
muy bien guardado que les conceda el deseo
que año tras años les tiene reservado.
San Lorenzo muy sensato limpia el cielo nubarrado
Como prometió a Perseus en su gentil trato
para que los humanos disfruten de tan magnifico
Espectáculo.
Hoy los hombres buscan lugar muy apropiado
para contemplara las ágiles perseidas
o lágrimas de San Lorenzo
como describen los estudiosos de los astros.
Admirados los humanos de la grandeza
que les regala cosmos tan bien dotado
se sienten muy humildes y por sus arrogancias
Avergonzados.
Autora: Luisa Lestón Celorio
Asturias- España
Registrado: Tomo- Sueños