Cuando me tuviste volé muy alto.
Tan alto que llegué a perder el suelo semanas.
Parecía tan perfecto y real.
Pero luego todo cambió.
Yo cambié y te obligué a cambiar.
Me volví implacable e inestable
como el mundo con cada giro que da.
Pasó el tiempo y comencé a caer más y más.
Sin paracaídas, sin ayuda, sin nada que hacer.
Y lo peor de todo es que me gustaba
pues mi fin parecía más cerca.
Metros del puso, semanas después de todo lo vivido.
Y te vuelvo a encontrar, y me vuelvo a acercar.
Quiero parar, quiero huir pero me sigues atrayendo como siempre lo hiciste.
Tú mi agujero negro y yo la nave espacial perdida.
Soy adicto a la destrucción.
Adicto a mi sufrimiento.
Pues no tengo otra opción.
No tengo nada más entretenido que hacer.
Soy adicto a ti.
Soy adicto al caos.