No se llamarte de otra manera,
sé que eres obsesión demente,
acribilladora, enferma primavera.
Dime solemne quien eres.
Rodeame monotonía verbigracia
aglutinando colores con sed.
Penas hay en mi pecho hoy
seres esclavos queriendo trascender.
Un mal se ha consumado,
fechoría adolescente por la espalda.
Han golpeado al guardián del placer
muriendo al instante sin saber.
Saber qué penetró en él.
Ana llora producto del odio.
La venganza en su mente maquína
así asesino contra asesina se aniquilan.