Un rayo de la luna penetra mi ventana
mientras en mi lecho esperando estoy por tí
y al mirar hacia el cielo, veo estrellas fugaces
que al pasar, en sus destellos me dejan un adiós.
Siento enorme angustia al no verte llegar
y mientras te espero, le cuento mis penas a la luna
para desahogar un poco así mis penas
y de esta incertidumbre que siento al esperarte.
Pero al ver, que se acerca el amanecer
mi esperanza languídece y siento gran temor
y trémula, por la angustia de la espera
se desahoga mi alma en llanto de dolor.
Es que todo lo que anhelo es poder verte llegar,
sin importarme el tiempo que he esperado
porque yo tengo paciencia de aguardar por tí,
como el amanecer, que espera la llegada de la aurora
y las flores, que con ansias esperan el rocío
así te espero yo dulce amor mío
con esta sed de amarte, que solo saciaré,
cuando vuelva a tenerte aquí conmigo.
LIDIA (La estrella gris)