Érase una vez un Príncipe que vivía en las nubes más blancas del cielo se fascinaba de poder viajar por toda lados y mirar desde lo alto a todo mundo, alegre y sin prisa.
Más en otra clase de nubes habitaba una joven con cabello obscuro como la misma noche. Le gustaba ir veloz con el viento y gritar fuerte con los truenos para asustar a las personas...
Pero cuando la gente la veía venir en sus nubes de tormenta corrían y se cubrían, entonces la muchacha lloraba y hacia el ciello llover.
Un día de clima raro se presentó en la pradera y de pronto el joven Cumulus pudo ver de de lejos a la chica Nimbus
Jamás vio algo como aquel color de cielo, así que no lo pensó dos veces y quizo ir a hablarle.
Pero no pudo pues el viento lo empujaba con mucha fuerza muy lejos del lugar. Y tras varios intentos no logró acercarse.
Entonces comenzó a gritar y moverse para llamar su atención .
☁☁
Hasta que por fin lo logró, la joven se sonrió y se acercó para poder saludar a el Príncipe.
Pero cuando lo hizo sintió un jalón de cabello muy fuerte.
Ninguno de los dos entendia aquéllo y en un intento desesperado se alejaron solo para darse impulso y así poder estar juntos.
El clima se precipitó y dos corrientes de viento chocaron.
Entonces un tornado alteró los cielos.
Luego de una tormenta larga el cielo comenzó a despejarse y ninguna nube se podía ver.✨