Katarina que recorre la bóveda azulada
de nocturna esperanza enarbolada,
en susurros la escritura alada,
nostalgia que grácil vuela enamorada...
La fuerte sal del silencio
que en tus mejillas puedo
libar mientras presencio
estrellas fugándosele al miedo.
Álzate al vuelo dice en la fría alameda
el viento invisible a través de las hojas,
puedes tu hacer que suceda, ¡haz que suceda!
tan sólo con un roce de tus alas rojas.
vaya que ha pasado el tiempo
y así, al posarse en mi solapa
una katarina roja te ha traído a esta memoria
llena de silencio y con el alma rota.