Veinte de mayo Cuba fue alegría:
fue diva, estrella, flor primaveral…
cuando tuvo su palma faz real
y oronda su bandera enardecía.
Mil novecientos dos desenvolvía
la prensa y el guión del general
al tiempo que otro sitio editorial
fabricaba folletos de María.
A nadie se le impuso una condena
por tener en su casa un mercadillo.
La Avenida del puerto estaba llena
de personas al son de un estribillo:
¡Vendo pan con lechón, comida buena,
si vienes desembolsas el bolsillo!