Me pides una sonrisa
que la alegría inunde de luz el atardecer
¿crees que mi razón, es la galera del mago?
que mis manos…
mis manos sean aves, de coloridas plumas
pides palabras hermosas
cantos del paraíso, anunciando mi amor
crees que mis cabellos semejan bosques a punto de anochecer
y no ves los ojos
esos que te han observado en mis brazos
como un ángel, sin pudor alguno
y que no pudieron más que humedecerse enamorados.
Hoy me pides que brille oportuno
que mis dichos sean estrellas en el azul profundo
que los ademanes, sean vientos
huracanes apasionados
y que estas manos te alcen al cielo
mientras grito como un salvaje
mi locura de amor.
Me pides una sonrisa
y te la doy
también te ríes
mientras las sombras ocultan las cosas vanas
y el cielo se ilumina en tu mirada.