De pronto me encontré en su Museo Sacro
rincón espiritual de Sor Felisa,
Monja votiva, consagrada en misa,
de vocación cristiana al culto sacro.
Alma inmaculada de amor sumiso
al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Entre a su aposento con un manto
y, a su vida intima, a su permiso.
Vi su alcoba con lágrimas de encanto
de cromática gama a mi retina;
esfumináda con la serpentina
lucía la textura de amianto.
Santuario espiritual de Sacrosanto
¡ Sierva de Dios !, tus cánticos de amor
al prójimo, alivian su dolor
al escuchar de tu voz la homilía.
Recibir el sacramento de la eucaristía
Es misión que te encomienda el Dador.