“Siento un poco de melancolía.
Te amo, esta tarde, esta noche y por la mañana te amé”
-me dijiste.
Necesito tu melancolía
en esta tarde que mi cuerpo alberga
la fuerza del poema,
en esta tarde que el recuerdo navega
y el pasado nos hormiguea.
Necesito tu melancolía
para que tus dedos
dibujen versos desde mis senos
y tú respires dentro de mí
en el orgasmo que unta tu piel con la mía.
Necesito tu melancolía
buscando el manjar único del amor
saborizado con nosotros mismos.
Hoy quiero acunar tu melancolía…