Viernes, agosto 12 del 2016 3:28 am
Mi rubi, mi linda, la estrella de mis noches.
Como me frustra, duele, me enoja; que te pasen cosas, vaya susto que nos llevamos, mi rubi, pero como siempre tú allá y yo acá, te extraño... lo bueno; que no paso a más, fue entrar en shok por más de diez minutos, pensé tantas cosas, sabemos de mi volatil imaginación, que te escribe versos llenos de amor... pero te defendiste como una guerrera, demostraste valor y eficaces instintos, eres guerrera, de espíritu y voluntad; nietzscheana.
Aunque estés intermitente en quedarte o no; te escribo ésta carta con un gran amor, con toda la pasión con la que te mereces ser amada, te estoy guardando todos los besos que no te eh dado, para que el día de nuestro encuentro; aquel que estoy deseando, no me preguntes ¿por qué me besas tanto? En cada beso pienso transmitirse y recordarte todo por lo que nos amamos tanto, y eh de darte en el beso final, aquel el de la despedida; el beso más corto y de menor intensidad, para que te preguntes el por qué y me vengas a buscar.
Con infinito amor que no muere con la distancia, con la duda, ni hablar de la soledad, con la pasión de mil poetas deseperados, pero enamorados, te digo que como tú; nadie más.
Eder guerrero