La poesía me sigue y me besa;
me seduce;
y quiere que esté cerca de ella
como la luna
de la tierra;
y cuando la ignoro...
dulcemente se detiene por mis venas,
tiernamente se resbala por mi lengua
y atrapa mis manos
como cuando se atrapa una moneda.
La poesía es casi mi otro lado
es como un siames
al que se le hace difícil separarse,
es como un beso
del que no quieres despegarte.
La poesía es mi reflejo,
y yo su reflejo que se expande por el mundo;
la poesía son mis sentires libertados,
es la esencia de las cosas,
es la materia prima
con la que se hizo el universo.