Todos o casi todos tendemos a pensar que somos el centro del mundo,
pero para la mayoría no existes,
sólo eres una partícula del universo insignificante.
Tu grandeza es que aunque los demás te digan o te insinúan que no eres nada,
tu sólo sientes por tí y quizá alguna persona muy allegada a tí.
Cuando mueres realmente el mundo se acaba,
ya no existes, así que no deberías,
envidiar tanto los bienes de los demás.
Al fin y a al cabo, tu vida es única e irrepetible,
nadie es más que nadie,
y lo importante es que te guste ver belleza,
y si es posible crearla.
Tu vida son tus relaciones,
tus amores, tus padres que viviran mientras tu vivas,
tus mundos interiores,
y sobre todo tu propia felicidad endógena ,
que no viene de los demás.
Es algo tuyo que los otros percibirán o no.
No lo olvides, nadie es más que nadie,
y tu vida es única e irrepetible,
la única que realmente sientes,
percibes y vives.