Te miro, como tantas veces
ese increíble color perlado
los labios apenas abiertos
húmedos de palabras tiernas.
Cuando me miras
veo nacer de nuevo la vida
historias jamás contadas
amaneceres diáfanos en las manos
cuando me miras
mi corazón abre el vuelo de mil aves
en el pecho, en los surcos
nacen las cosas que deseo decirte
y mis manos, como árboles
solo dejan sombras
iluminadas en el mirar
en las brisas
que llegan de tus pasos.
Avanzas como nave
llegando al puerto
y yo solo
parado en el borde de mis pensamientos
juro por mis deseos
saludarte tímidamente
como siempre
como todos los días
como toda la vida.