Mi corazón anhela con ansias
Beber de las aguas
De tu manantial.
Pero es imposible…
Porque si bebo de ellas
Me acontecerá un gran mal…
Porque eres agua ajena
Que no debo beber…
Pero tú me tientas
A cada rato…
Mostrándome
Tus encantos…
Por ser mujer ajena…
Mejor me alejo de ti…
Y esto me produce
Una gran pena…
Que dolor y que pena
Quererte como te quiero…
Y no poder hacerte mía…
Porque eres mujer prohibida…
Recuerdo aquella noche
Que a mi puerta llegaste.
Cuando empezó a llover…
Y tú figura empapada.
Demostraban los caminos
De los tesoros, guardados
Debajo de tus ropas…
Y desde ese día…
Tú figura mojada
Llega a mi recuerdo
En una oleada incesante
De amor y deseos…