Los pasos que resuenan por la playa,
un vaho de remedo fue de pluma,
fueron antes que tuyos, de la bruma
del mar, del verde azul... De aquel Amor.
Es aquel mar que bravo bailotea.
Es mucho ser amor de otra manera
que se agita nervioso en la escollera
para abrazar con furia en su fulgor.
No niego que la noche va inquietante
entre el humo y el vino que apetezco
para soltarme el pelo me estremezco:
Busco en el latido su babor.
Las olas bambolean la carcasa...
La penumbra se agita y desespera
porque como en los restos de una hoguera
ceñida me consumo en el calor.
Amalia Lateano
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