POBRE DESGRACIADO DESESPERANTE
Para que incendiar el corazón indolente
Si arde en llamas sofocantes impotente
Para que dejar volar el espíritu inclemente
Si de su interior el alma quiere atrapar extrañamente
Para que incentivar el fuego de la guerra
Si llevas el cerebro cargado de dinamita
Para que fábricas de fusiles que nos separan y delimitan
Si llevas la espalda, cargada de municiones fortuitas
Para que cultivas jardines florecidos de rosas
Si las riegas contaminadas de aguas residuales
Para que cortar las azucenas en verano fantasmales
Si se marchitan en las noches como funerales infernales
Para que construyes casas con techos monumentales
Si la gotera penetra por la rendija inesperada de los umbrales
Para que se resguardas de la lluvia sus tormentas invernales
Si vives empapado del sudor de sus insolencias irracionales
Para que lujos que cubres de su ego miserable
Si se pudres igual que los mortales implacables
Para que ostentas ínfulas banales de riqueza venerable
Si no te llevas a la tumba, desnudo mortajas memoriales
Para que tantos títulos de diplomas desechables
Si mandas crecido como si fueras indispensable
Para que tanto don de mando humillante reprochable
Si tratas al prójimo con soeces insultantes inimaginables
Para que tanta riqueza, insondable mal habida
Si maltratas al pobre desesperado, hambriento de huida
Para que tantas cuentas bancarias de reojo, robadas escondidas
Si despojas sin firmas los ahorros de otros conseguidas
Para que tanto político de los cautos, corrupto
Si se olvida de las leyes y se las pasa por la faja, galopante
Para que tanto poder si se cree el mecenas reinante
Si seguimos recibiendo de migajas, agonizante y humillante
Para que tantos golpes de pecho de arrepentimiento delirante
Si desprecias con su vanidad, desafiando al caminante
Para que tanto mostrar de sus ayudas, el ego dominante
Si no cumples lo prometido, desvergonzado calumniante
Para que tantas ansias de riqueza comprimidas
Si en la avaricia del estómago, acumulas podredumbres contenidas
Para que tantas fragancias de perfúmenos, ostentosos recibidas
Si se pudres igual que aquel apestoso, maloliente de sus heces sumergidas
Para que tanto cuido de su figura, envejecida idolatrada
Si se cubre de arrugas por doquier, marchitas maltratadas
Para que tantas apariencias rejuvenecidas, escondidas desalojadas
Si la muerte no cuenta si aparentabas las bellezas, despojadas
Para que tantos orgullos de razas de alcurnia, recalcitrante
Si desprecias por el color aquel malnacido, pobre alucinante
Para que tantas diferencias de estirpe de abolengo, brillante
Si la igualdad del ser, es infinita de amor, de hermandad, impresionante!
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga agosto 16-2016