Acordonado por el silencio de las húmedas paredes evito
que el espacio se concentre y aniquile mi pensamiento,
existen fronteras que nos invitan a traspasarlas
en un reto de ampliar nuestro espacio,
aquí se disminuye hasta el silencio de las
grietas que me acompañan,
dejo escapar el tiempo que me escolta y la
abandonada soledad que me llora en desdicha,
mis huesos en una complicidad ajena roban
la frialdad de las paredes que en su calculo
geométrico disminuyen mi estiramiento,
consagrando al entumecimiento mis extremidades,
con la fatalidad del arrastre de los grilletes que
chirrean en ecos mis movimientos pausados e inconclusos,
alimento mi esperanza con el tiempo que hiere lentamente
y las palabras solitarias sin una respuesta…se ahogan
en la estrecha celda sin oxígeno suficiente para sobrevivir,
necesito un día cerrar los ojos y escapar silencioso con la
venia del guardia…una salida con los pies hacia adelante…
única dicha de escape correcto a una existencia sin esperanzas.
Rodrigo Rodríguez Figueroa - Colombia - 2016