Martes, agosto 16 del 2016 4:5 am
Mi rubi, mi linda, no sé si dormir, o seguir pensando en ti.
Hace días que no te escribo, ya sabes; semanas de examenes, trabajo finales, el periódico, pero seamos honestos, no les presto la atención que demandan; eso pasa a segundo plano, confió en mí, ¿y tú mi amor confías en mí? Y no me refiero a la academia, sino en nuestra vida amorosa, ¿confías en mí cómo para hacerte, nada más ésta vida feliz? O confías en mí, ¿cómo para mantenerte enamorada? no meses, no años, sino ésta corta vida, nada más, no es mucho, pero es suficiente, no es poco, ni bastante; es lo justo. ¿mi amor cres en la justicia? como para que los que se aman, estén juntos por algún tipo de norma social o moral, mi amor ¿cres en la historia que te contaba? La de un dios que me mando a tú lado, sé que sabes que no creo en dios, pero sé que te convencí. Será un don o una habilidad como tu la llamas; no sé eh asociado mucho, quizás sólo le esté dando vueltas a todo; para no llegar a nada, ¿pero qué no todo de ti habla? soy como la aguja de una brújula y tú mi norte, eres destino soñado, todos mis caminos conducen a mi rubi.
Aún sigo sin hablar de lo que ha pasado; de lo que te aleja de mí; por eso no eh escrito, porque se que mis cartas encierran verdades, angustias, temores y amores, pero dejémoslo para después, es tarde, o temprano, no sé para que, los días solo tienen horas, minutos, segundos desde que no estás, al fin y al cabo; es de madrugada, a la luna; un edificio la tapa y a mi angustia una carta desesperada, eh cambiado Tus besos por cigarrillos, ¿y qué? al final se acaban y el deseo de tus labios, en mis labios, demanda saliva tibia de niña de cara blanca.
No sé que más decirte, no sé de que me cura; esta lo-cura, hasta entonces mi rubi.
Hasta que mis besos vuelvan a ser tuyos...
Eder Guerrero