Esteban Mario Couceyro

Mensaje para quién lo encuentre

Naufragué en este lugar sin nombre

despertando una mañana, antes que el sol

no es un lugar habitual

estas playas, no tienen mar

ni espumas de la resaca

el cielo azul profundo

no tiene nubes ni pájaros.


Me incorporé como pude

y vi un paisaje simple

de arenas blancas, interminables

he caminado y caminado

sin llegar jamás al horizonte.


Soñé dormido y despierto

con hermosas naves

de velas blancas

dominadas por mi mano.


Deseé frutos sabrosos

en una mesa compartida.


Pero en este lugar

el sol sale puntual

para verme envejecer

y por la noche

la luna serena y fría

mira sin ver, mi desgracia.


Un día mientras caminaba

encontré esta botella

y recordé la tradición marinera

este mensaje desesperado, puse dentro de ella

y no habiendo mar, la arrojé detrás de mi

con la esperanza que alguien la encuentre.


Seguiré caminando, hasta llegar al horizonte

donde seguro estaré esperando

al sol, la luna

los manjares compartidos

la nave de blancas velas

y tu mano cálida.