No cuesta mucho saber tu esencia,
esa que derrochas con mayúscula:
me invita a seguirte por mi brújula
hecha con la mano de tu presencia.
Es casi no posible resistirse ante ti
no estaba alardeando lo que hizo;
el Todopoderoso formó y lo quiso
bastando ante ti someter lo que fui.
Eres ser que nuestro Señor ofreció
para decirle al mundo de tu belleza:
la que nos rodea con tanta simpleza
haciendo de la noche sol encantador.
Tienes el don de cada nueva estrella,
vuelas como alas de alta ensoñación,
son solo tuyos este amor y su huella
mientras yo soñaré con tu dulce voz.