Miércoles, agosto 17 del 2016 3:00 am
Mi rubi, mi linda
Ésta noche el trabajo terminó temprano, aunque es de madrugada, ya quería que todo terminara, sólo quería escribirte y la tarea y el trabajo me obstaculizaban, no de pensarte, no de amarte, pero si de escribirte, imagínate si recordará todas las cartas que te escribo mentalmente, ¡ay! Para eso ya no hay palabras.
Como me encanta la noche, fresca; oscura, solitaria, tan misteriosa; como para caminar y caminar y perderse en su oscuridad; me recuerda a ti, es por eso que mis días son cortos, mis noches tan largas, que me piden escribir y escribir y escribirte, a modo de que son tan iguales, que mi mente para resguardarse del más avasallador de tus recuerdos, inventan cartas para no sufrir y poder manejar mejor éste sufrimiento.
La noche amenaza con caer, y con ella tú recuerdo, debo de ir a dormir, no sé, unas cuantas horas, pero hasta ahí me sigue tu recuerdo, me alcanza hasta en sueños, es tarde; la gente comienza a salir a trabajar, es momento de irme a guardar, el camino a casa es bello, ¿lo recuerdas? Espero que si, aunque a veces lo dudo, hace tiempo que no te veo llegar, sólo sigue los cerros, paga el peaje, con sueños, con promesas, pero nunca con besos, esos guardamelos a mí, como cuando después de un largo viaje traes algún recuerdo, hoy no hay estrellas en el cielo, pero sigue las luces de las casas sobre los cerros, sigue tú corazón y si te deja afuera de la puerta de mi casa, toca fuerte, muy fuerte, que en cada momento que pasa, más me pierdo, en los sueños, en los recuerdos; porque tal parece que es ahí; donde sólo por ahora yo te tengo, aunque, recuerda la llave que siempre te dejo entre los arbustos del deseo, usala, tomala, es tuya sube las escaleras sin esfuerzo, quitate los zapatos, abre las cobijas, metete en ellas abrazame, que tu pecho toque mi espalda, dame un dulce beso en la mejilla y susurrame al oído, amor sigue durmiendo; que éste es sólo otro sueño...
Eder Guerrero