Te acercas, escucho tu agitación
y yo mi vida, respiro profundo
para no quedarme sin aire.
Cuando me besas implosiono,
desde mis entrañas hasta las puntas de mi dedos,
y así varias veces.
Me sedas, me excitas,
como la muerte más idílica.
Abro los ojos y te suspiro
porque lo que sale de mí es más tuyo que mío.
Pero quiero más: vivir en tu boca.