Has pasado mucho tiempo, tanto tiempo siendo la princesa del burdel.
No sabes más que réir, mostrar, fingir como fingen los que no se enamoran.
Ahora sales a la calle esperando con tu actitud coqueta, conquistar el mundo,
conquistar las almas, encontrar tu sueño, formar recuerdos, alimentarte de amor.
Ah princesa, que no conoces otra vida, me entristezco al ver, como
poco a poco, conviertes a el mundo en tu burdel, con risas y alcobas
mientras el mundo te convierte a ti, pequeña, en más que una reina.
y todo dura, y todo fluye, todos se enamoran y todos prometen,
hasta que lentamente se consumen los 10 dólares por 30 minutos.