la tierra es una duna hundida
henchida de promesas
las sectarias castas aún perduran
vigilantes sobre nuestras cuestas
no nos sacarán de aquí
no nos moveremos
permaneceremos
unidos en la discordia
apagándonos como un fuego lento
opáco, bajo las costras
que encierran los fundamentos
del sistema donde todo aparenta
ser algo más que un intento
desesperado
los he visto ahogarse lentamente
y no hay buitres como saetas
esperando nuestra boca abierta
para horadar la diana de gracia
nada pasa
no hay cambio
el ayer muere en futuros hoys
y cada hoy es un mañana liquidado
¿alguien mató la historia?
me preguntan
la historia acabó
con nosotros
sepultó bajo el concreto
la misma tierra
germinando muerte
en cada ambicioso inerte
cuyo cielo raso explotó
de crueles ideas imberbes
no intentes
seguir sus huellas
ya he fracasado, sin saberlo
socava la fundación de los medios
disipa la duda al viento
es necesario el derrumbe
acuciantemente obligado
no hay camino
mas allá de nuestros pasos
no sigas nuestro camino falso
de la educación más cara
que no educa pero satisface
en cohercionar el propio avance
de los hombres ignorantes
no escuches sus risas tontas
aquí, la locura es obligatoria
cuando el absurdo se materializa
y: no lo sabes
y a la vez
lo sabes
que no tomen tu carne
que tú
palabra
se alce
más allá de sus sistemas autoritarios
por los siglos de los siglos
del mañana, hoy y siempre