Llovizna
Como un golpe bajo que esto fuera,
la inesperada llovizna que trajo el cambio de clima,
el gris coche de la nostalgia arrima
a mi vereda...
La noche domina la ciudad,
y, paulatinamente, en sus hogares,
regresada de la diaria rutina,
se encierra la gente...
en los declives del asfalto,
el agua, rodando, juega...
No me importan tus ojos,
que se fueron a mirar otras estrellas...
no me importa que un pasado de esperanzas
proyectárase en mentira, ilusión,
burda quimera...
Sólo que las luces difusas danzan
entre las cosas y crean
fantasmas errantes que a los recuerdos traen,
me enfrentan y hacen lo que desean...
En fin de cuentas, buena es la lluvia,
las calles quietas... y tu recuerdo.
Esto me duele, pero me mueve a escribir versos...