Los botones abandonan
los ojales cuando los hilos
vencidos que los sostienen
se han ido en una apología
del desgaste de los años,
siguen su curso en desecharse
sobre mi cuerpo los pantalones,
donde el cutre sostiene sus hilos
desteñidos de azul,
la cremallera en su conducta
moralista lucha por no evidenciar
mis genitales al mundo,
seré un anciano carcomido
por los años que amarra sus
vestiduras en la soledad del tiempo
que transcurre implacable matando
los años y acortando la vida,
mis recuerdos se fraccionan,
el olvido prevalece en mi mente,
mis movimientos se descosen,
imitando mis vestiduras colgadas
en mi cuerpo y mi cuerpo colgada
a la gravedad de la tierra,
un vagabundo es el pensamiento
del transeúnte que evade la mano
que le reclama una limosna,
si pudiera amarrar mis años
igual que mis vestiduras,
y las manecillas del reloj
giraran a la inversa…
entonces rescataría los sueños perdidos
y los pasos de ahora regresaran a el
pasado y el pasado a este presente
que subyuga el transcurrir de mi vida.
Romo- 2016- Colombia