Un gesto
Una mirada
Me basta
Para entender.
Que deseas ser mi mujer.
No importa que seas de otro,
Porque si nos damos cuenta…
Nadie es dueño de nadie…
Hace tiempo mucho tiempo
Que adquirimos la libertad.
Y ninguno puede decir
Que es dueño de tal persona…
L a mujer cuando se casa
Es esclava del marido
Y este le impone sus reglas
De no mirar ni hacia los lados…
Y
Tú por ser casada
No quieres, que yo te mire…
Pero ayer yo comprendí
Que quieres
Que yo te libre…
Porque ayer, sin que nadie
Lo notara.
Se escapo, hasta mí…
La niña de tus ojos…
Y sin yo preguntarle
Me di cuenta.
Que tu dueño te maltrata…
Y quieres fugarte conmigo…
Tendrás lo que quieras de mí.
Mis caricias, mi bondad.
Y podrás venir las veces
Que asi lo quieras…
Una cosa si te pido
Que cuando estés conmigo
No dejes que se te escape
Esa niña de tus ojos.