Anoche después de
las risas y las sonrisas,
me vi de repente solo,
pedí una copa que no bebí,
miré una cara que no encontré,
encendí un cigarro que no fumé,
y me vi más solo que nunca.
La luz reflejada en la torre,
todo lo demás era noche oscura,
y no sé si lloré y no quiero
sabe si fué verdad lo de anoche,
pero allí estaba la torre
y por allí pasó una sombra de mujer.