Si fui estallido entre los cerros y los ríos
cuando mi raíz salvaje saludó al paisaje,
con mi voz eterna envié el mensaje
a la montaña orgullosa de si brío.
¿Quiero saber en que mañana
amanecieron en mí, tantos años
que estamparon en mis ojos
estas ramas de añejos árboles
que arrugaron sin piedad,
mi maravillosa primavera?
Hoy,,,, alas pido, para ir trazando
un vuelo al otoño, con los castaños,
si no puedo ya levantarme de mi silla.
Voy muriendo en pedazos, tumultuosa,
voy y acuesto el sueño entre ramas espinosas
a la hora más oscura que me traerá la suerte...
Una loca carrera avanza con mis pasos
para llevarme el sol germinativo de mi pulso
que me deja sola armando un infinito ímpetu
sobre las ramas quietas del espacio.