Anoche dibujé tu sonrisa
en la nostalgia,
miré a los ojos de tu alma
en el cielo,
escuché tu voz
en un susurro del viento,
vi tu semblante
aparecer como un destello
de Luna
en el reflejo de mi memoria.
Y entre notas de una melancolía
que ahora siento latir
en lo más profundo de mi pecho,
nace el eco de esa perfecta armonía
que te describe,
eres la música que le falta
a mi poesía,
el acorde de un solfeo
que mis palabras no alcanzan,
eres la ausencia que habita
entre mis versos,
estos versos que en el silencio
de su llanto
imploran tu llegada.