El erotismo está a resultas del perdido último botón de tu blusa,
dejándome ver tu delicada piel, por un instante tu ombligo.
Rezuma erotismo tu cálida piel al rozar mi hombro desnudo.
Impregna de erotismo, esa fragancia del perfume que nos enamora.
El erotismo, rociándonos, está esparcido por el aire.
Erótico es el movimientos de los dedos de tu pie
sacudiéndose el polvo, como tocando el piano.
Erotismo, en unos cabellos revueltos
moviéndose libres al son del viento
danzando ante una tormenta del invierno.
Con sumo erotismo, se desliza el fino mantel
el cual aderezaba la madera de la mesa,
de imprevisto resbala, cayendo a tierra.
Erotismo en el agua de una fuente,
al filtrarse por las rendijas del sumidero
o corriendo, llena de reflejos,
presta, rauda, calle abajo.
Erotismo, al sorber el postre,
en el apreton de tus labios
relamiendo la cucharilla;
en esas carnosas arrugas
repletas de tonos encarnados.
Siento al erotismo;
duro, tierno,
seco, húmedo,
fino, grueso,
áspero, suave,
flaco y carnoso.
Es rígido, elástico, dócil, salvaje,
es actor investigando un disfraz;
caballero o mendigo,
honesto y tramposo.
Erotismo en un abismal precipicio
del cual aunque quieras ver,
te sacude el vertigo, te aparta.
Eróticas las intermitencias del fluorescente,
se enciende alumbrando...
se apaga... presiento,
espero, no veo nada.
Erotismo en la tirilla del top,
que desprevenida te coge y baja.
En tacto, con vista,
cargada de sentido.
Erotismo en el collar de perlas que llevas
y entre tus pechos se muestra... se esconde
provoca a la mirada para que lo busque.
Erotismo en lo misterioso, medio encubierto,
en lo improvisado y sorpresivo que
tiene el perezoso o ágil movimiento.
Erotismo, espontáneo, osado,
extrovertido, lascivo, instantaneo.
Erotismo: besar esto y más,
sin pretenderlo, pero besarlo.
Erótico, el humo del cigarrillo;
se va manejando espirales
y como serpiente aparece.
Eróticas, tus medias;
deslizándose lentas
piernas hacia abajo,
separando el cielo y la tierra,
para el suelo acabar pisando.
Erotismo, mitad escondido,
y mitad aparecido, fruto del sobresalto.
Erotismo encontrado en lo gratuito,
te mencionas expresivo en lo intuido.
Erotismo en aquel cajón
que con un dedo,
tú, de él tiras y se desliza,
parece no quiere abrirse....
pero el cajón va y se abre.
Erotismo en las olas del mar;
filtradas, penetrando a la arena.
Erotismo en la estrella fugaz,
pasa concediendo deseos,
chasquillean sus dedos,
los apunta y se los lleva.
Erótico es un sombrero cayéndose de la cabeza.
Las aspas lentas de un ventilador.
La rendija de una puerta entreabierta.