Recuerdo aquel perro tan querido
que me fue fiel hasta la muerte
era para mi más que un amigo
siempre noble, vigoroso y fuerte
Siempre callado en silencio me miraba
pendiente siempre de si algo me pasaba
y si veía algo raro en mí se acercaba
y suavemente con cariño se restregaba
Un día se fue en silencio sin decir nada
y mientras se moría él me miraba
como diciéndome que no le olvidara
y yo mientras le veía partir lloraba