Si te digo adios, no es porque no te amé,
es porque un dia me dí cuenta que te amaba
tanto que deje de amarme a mi misma.
Era comódo y hermoso amarte no lo niego,
porque de esa forma, te cedía la obligación
de hacerme feliz, te dí el control de mi dias.
Te dí el control de mis pensamientos,
de mis emociones, de mi corazón
y asi tomaste control de mi vida.
Te hice indispensanble para mi
sin saber que al hacerlo, ponía
una soga en mi cuello.
Hoy me doy cuenta de mi error,
te dejo ir y me permito irme.
Hoy abrazo mi libertad.
Hoy me hago consciente de la
responsabilidad que siempre tuve
de cuidar de mi y valorarme como
persona, como tú nunca me supíste
valorar ni valorar mi amor.