Tus tibias caricias han forjado
hondas huellas en mi pecho,
las describo en estos versos
mi pluma desangra en tinta
no despoja tu pasión,
con un lánguido dolor
reposo en mi lecho abyecto;
como esperando entender
el silencio de tu secreto.
Hoy, ya no estas, has volado
quizá a un nuevo ensueño,
yo, como una sedienta roca
espero inerte y frío
te apiades de mi dolor,
solo soy la sal
que el agua desvanece
sabiendo que tu corazón
ya no me pertenece.
Autor: Jorge Aimar Francese Hardaick (Argentina)
Derechos reservados del autor (*)
Blog \"Mis Pensamientos\" 24-07-2015
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(Fotografía y video tomados de la web)