Nuestros cuerpos
En un momentos de debilidad
Terminaron vaciados; uno en el otro
Mi sexo como mariposa
Quería volar
Volví a vivir; me sentí mujer
Tu sexo era un instrumento
Solo había que saberlo tocar
Para que sonara a tonalidad
Me envolvió tu cálida y suave piel
En medio de deslizamientos aceitoso
Te di mis caricias; nos dimos placer
Besos estuosos, caricias feral
Desbordes de placer
El éxtasis que me llevo a la locura
Adrenalina pura; a punto de ebullición
Tu sexo insinuante
Volcán en erupción
Bañas mi cuerpo ardiente de ti
En delirios de pasión
En cuanto erotismo y sensualidad
Mi cuerpo reaccionó
Treinta y tres años
Por primera vez; hice el amor
Todo fue goce; todo fue pasión
Entre violines, novena sinfonía de Beethoven
Un verdadero, concierto de Amor.
Mia Aragón
22/08/2016