Afelío

El tiempo no cambia, cambiamos nosotros

Como he cambiado de verdad que tanto, que ayer lloraba en silencio, que hoy sufro al cantar muy alto, muy lento, muy lejos de lo que no ha sido olvidado, he cambiado mis males de invierno por sueños de verano, mas sin embargo sigo tenso aun llevo el corazón desangrandose en la mano, llevo ese agobio de siempre y la timidez que ya en vano, llevo tatuado un noviembre como un agosto en sus labios, en realidad que mucho he cambiado aunque sigo siendo el mismo que un día se fue y que aun no ha regresado, aquel del mismo dolor, aquel del sueño abnegado, aquel que duerme a su lado en cautiverio voluntario, el débil preso el de la mente de calvario, el amor al odio que le tengo a mi pasado, por eso sigo pensando que mucho he cambiado para lo bueno y para lo malo, para olvidarme que sigo siendo el mismo de hace cinco años.