Los días...
se vierten tristes,
apenas... una anémona
de azúcar invisible
se impele en aire,
entre lacerados...
besos inconclusos,
mi alma se ensueña
en alborozado...
sueño insatisfecho,
mas mi vida...
apenas desnudada
descansa de amargura,
entre impares lunas...
de impúdica caricia.
Y es así
que un mar...
de oscuras golondrinas,
apenas...
se licita breve,
entre espumas
y yertos océanos
de plata derramada,
de mirto...
y despechado lirio,
desconsolado
de su propia...
e inconclusa hora.
¡Oh... melancólica inconstancia,
metafórica tristeza...
de sauce...
y luna herida... !,
tu desnudado vuelo
apenas se deshace suave
en los ángulos mistéricos
del errático lucero,
entre pétalos deshojados
de inconclusa aurora...
y olvidado beso.
¡Oh quiméricos altares
de ternura,
de lirio y boca...
apenas desnudada... !
te deshaces
apenas breve,
entre calandrias
y dorados ecos
escasamente líricos
e impúdicamente
deslazados...
en la madrugada,
de su inconstante laxitud...
y quebradiza belleza.